Toreando a la muerte (Quintetos)
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Con la vida sin más, de cuerpo entero,
y un designio final en mi camino,
me siento de la muerte un buen torero
que va dando capotes al destino
y esquivando la faz del toro fiero.
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En un circular mundo , que me llena,
espero mi momento de reposo
¡Oh!, cual simple es mi vida entre la arena,
toreando sin tregua ni reposo
la sentencia final de mi condena.
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Bailo constantemente con mi suerte
sin saber si bailando estoy seguro,
con el suspense al lado , quieto, inerte,
y enfrente siempre presto el lado oscuro
con las feroces astas de la muerte.
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Poema : Ramón Bonachi.
Imagen de internet.
Las musas se apoderan de mis venas,
algunas cantan y otras lloran penas.
Me dejo seducir por la memoria
de quien escribe a ninfas y a sirenas.
Me llaman pluma y llena voy de euforia.
Mas, sola mi princesa nada vales,
mi sangre deja pruebas inmortales
que escribe tus ideas con esmero
y deja que las haga yo visuales.
Me llaman tinta y vivo en el tintero.
Escúchame y recuerda mi advertencia:
si quieres una buena convivencia,
refleja en el papel mis sensaciones.
Será la muerte la única sentencia
si cambias a tu antojo las acciones.
Yo sólo dejo escrito lo que tú me ordenas,
si ves que las palabras no son buenas
las borras sin pensártelo un momento,
o táchalas con sangre y las condenas
y mueran por faltarles sentimiento.