Judas
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En la moneda sigue estando Judas
con sus pecados y un montón de dudas;
allí esta quieto, altivo y belicoso
escondiendo su estatus rencoroso.
La cara vergonzosa y traicionera
seguirá como ejemplo aunque no quiera
y el brillo fulgurante del pecado
ha de seguirle siempre a cualquier lado.
Dulce miel para un zafio ruin destino,
la soga asomará por el camino;
da igual el valor de la moneda,
la cara o cruz decide quien se queda.
con la cara grabada sigue el hombre
por celos levantando polvareda
y escondiendo cual Judas hasta el nombre.
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Fotografía y poema Ramón Bonachí.

Cuando el olvido vive del recuerdo
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Olvidarte, bien sabes que quisiera,
mas tu nombre lo llevo en bandolera,
tanto amor fue fluyendo de las manos
que al final fuimos solo dos humanos,
y aunque estuve cosido a tu cintura
el amor nunca dice cuanto dura.
Olvidarte, lo intento día a día
y al intentarlo duele en demasía.
Recordarte, me niego... aunque me puede,
la memoria me engaña y retrocede,
me dice que no olvide nuestro ayer
que algún día podría renacer,
más los años arañan como un gato
las arrugas de algún que otro retrato.
Tantos años ya son que ni me acuerdo
cuando el amor se convirtió en recuerdo
Olvidarte…. Lo volveré a intentar
si consigo dejar de recordar.
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Fotografía y poema Ramón Bonachí.

Y… Pareados Heroicos

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Y yo que vi morir la flor de la bonanza
con el sol a la espalda quemando la esperanza;
y vi morir los besos de amor en sus mejillas
dejando en su lugar un mar de pesadillas,
pude ver muchas noches oscuras y sin luna
con recuerdos atados a su entrañable cuna,
brotándome más tarde ortigas a manojos
y lagrimas heladas hiriéndome los ojos.
Mas vi nacer de nuevo , la flor de los deseos
bajo la luz de un sol de fieles y de ateos;
con ese resplandor que da la luna llena
dejé atrás las ortigas que hurgaban en mi pena.
Y mientras vi morir y vivir dicha flor
mi vida fue fluyendo como un reloj de arena
y dejando a su paso moléculas de amor.
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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Pregúntale a tu abuela (Pareados Alejandrinos)
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¿Niño, tu te imaginas acaso que murmuro
ahora que la abuela vive en el lado oscuro ,
ahora que pensar en ella solo puedo,
pues hasta a sus jardines de flores ya no accedo?.
¿Sabes lo que es mirar, mirar a gran altura,
y no ver la sonrisa de siempre en la llanura,
tener solo pequeños recuerdos en mis manos
con el miedo a perderlos un día por ancianos?.
¿Sabes lo que es vivir sin ella en la distancia
lejos de amor, dulzura, caricias y fragancia,
solo con un silencio con el que a veces riño
y la nostalgia dentro del pecho desde niño?
¿Sabes al murmurar lo que en verdad se anhela?
¿Niño… acaso lo sabes, sabes que es el cariño?
Si no lo sabes, ve... pregúntale a tu abuela.
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Fotografía y poema Ramón Bonachí.
Mi abuela a la derecha con la Sra Pinet a la izquierda y su hija

La vida es un paseo, (Pareados con terceto final)
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La vida es un paseo apasionante
que te invita a seguir hacia delante.
"No mires hacia atrás --le dijo el viento
a un triste y angustiado pensamiento--;
vive y goza tus días paso a paso
y báñate de luz… hasta el ocaso;
sé feliz sin desdenes, sin rencores,
que todo tiene malos sinsabores".
El pensamiento firme en su postura
contestó: "mi paseo poco dura,
mejor será esconderme en la pinaza
que temo que la muerte me de caza".
No vivas con el miedo a ti cosido,
la vida, día o noche, siempre abraza
con cariño hasta el ultimo latido .
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Fotografía y poema Ramón Bonachí.

Al final del verano (pareados)
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Al morir el verano, su osamenta
se queda en un baúl más de la cuenta,
y ese tiempo pasado, con su gloria,
deja un claro recuerdo en la memoria.
Lejos quedan los días, perfumados
de caricias y besos desbocados,
de amores que florecen de la nada
y dejan tras de sí su luz dorada.
Grande, cierto o sentido, habrá un momento
que despierte un extraño sentimiento,
dejando algún suspiro irreverente
en la parte añorada del presente.
Cuando todo termine, la armadura
seguirá en la parte adolescente
de un verano que tuvo su aventura
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Fotografía y poema : Ramón Bonachi.

Goya, Dalí , Picasso y compañía. (Pareados)

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Estaba en el museo acompañado

del arte , y por el mismo, anonadado ,

Goya, Dalí, Picasso y compañía

llenaban de color y de armonía

las paredes de ayer y del presente.

Hipnótico, mezclado entre la gente,

perdí el espacio tiempo antes de hora

por esa mente mía soñadora.

Mis ojos disfrutaron cada instante

de aquel mundo de artistas penetrante.

Un beso mío, sin mirar siquiera,

fue en busca de mi novia y compañera,

mas el beso que diera esa mañana

se encontró con los labios de una anciana.

-Mira que cosas tiene la pintura-

dijo la afortunada con ternura .

-Me he sentido princesa por ti, guapo,

sin tener que besar a ningún sapo-

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Óleo sobre lienzo: Claudio Bonachí.

FÁBULA DEL POBRE Y EL AVARO
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Llamaba el pobre justo en puerta ajena
cuando estaba por llegar la cena,
en la entrada, el avaro habla primero:
- ¿Quieres dinero, quieres dinero? -
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-Señor solo quisiera algo caliente,
el hambre llega a nublar mi mente. -
- ¡Pedazo de gandul!… ¿por qué molestas?
¡Vete que apestas, vete que apestas! -
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-Perdonar, mas dejadme que os conteste,
pues mi pobreza dudo que apeste,
quizá vos sois profeta y portador
del mal olor, del mal olor.
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El pedir no dudéis que es humillante
para el hambriento que veis delante,
soy culpable y acepto mis errores
los hay peores, los hay peores.
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-Pues yo no estoy dispuesto ni a escucharos,
podéis dar media vuelta y largaros.
Aquí nunca seréis bien recibido,
ni mantenido, ni mantenido. -
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- ¡Venid, venid señor!,- gritó una anciana
-el rico duerme en gustosa lana;
soy pobre y poco tengo, aunque la puerta
siempre está abierta, siempre está abierta.
.
En mi mesa hay lugar para otro plato
y la apariencia no tiene olfato. -
-Es más rico el que da, äunque no sobre, -
contestó el pobre, contestó pobre.
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(Es más rico el que ofrece aunque no sobre ), palabras de mi madre en este último apretón de manos.
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Fotografía y poema :Ramón Bonachí.

Candelabros encendidos

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Los instantes fugaces del ocaso

se ven y se disfrutan paso a paso;

paso a paso y despacio, la hermosura,

nos atrapa y envuelve mientras dura.

Cuando cesen los tonos mas sufridos

veremos candelabros encendidos

velando un infinito que se crece.

La noche y su silencio reaparece

a los ojos de todo ser con vida

y un cielo decorado nos convida

a poder disfrutar durante el lance

de aquello que parece a nuestro alcance.

Y tal vez sin querer mirar atrás

vayamos tras los pasos de un romance,

de noche o en el ocaso, una vez más.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Esta pandemia ha cambiado la vida de casi todos, nada es ni será igual que antes, la impotencia en algunos casos desespera.

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Furioso y dolorido ( alegoría )

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Así estoy, pues podría disfrutar

de la gloria que espera en alta mar,

parece que la suerte me es esquiva

ahora que navego a la deriva.

Mis velas al ser viejas se han ajado

y no hay remiendo alguno ni cuidado

que pueda darle alivio a mi problema,

pues todo hasta la quilla es un poema.

La sal ha devorado mi pintura

y el óxido ha llagado mi estructura,

lo que hace que envejezca sin demora

mi estimado esqueleto, hora tras hora.

Estoy por mi desgracia enfurecido

lo conseguido ayer, se pierde y mora

en el fondo de un mar desconocido.

En cautiverio

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Margarita no ríe, y en su lecho

un vacío le oprime fuerte el pecho,

tan solo algún clavel de ayer o ahora

se acerca a darle un beso si alguien llora.

Después de tantos años de miradas

que soltaban amor a bocanadas,

no encuentra ojos dichosos a su lado

ni manos que la mimen con cuidado.

Cuando termine el día en negra noche,

el silencio será otra vez el broche

que ha de dejar de nuevo a Margarita

junto a una soledad que la marchita.

Por ello, nunca ríe ni murmura ;

de qué sirve tener paz infinita

dentro de una eterna sepultura.

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Los difuntos están en cautiverio

y no pueden salir del cementerio ( Joan Manel Serrat. )

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Fotografía y poema : Ramón Bonachi.

Un hilo de luz ...

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Un hilo de luz puede ser bastante

para iluminar durante un instante

cualquier movimiento que ha quedado oscuro

o cualquier secreto que duerme seguro.

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Un rayo de sol puede abrir el cielo;

el astro de paso, da paz y consuelo

al que va de frente y anda decidido

por el laberinto donde se ha metido. 

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Es la claridad todo un referente

para no alojar dudas en la mente,

o penas que ahoguen toda la alegría

y nos priven de una buena sintonía.

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El ser positivo y ver como el vaso 

está medio lleno de luz, cada día, 

hace que el mal tiempo no domine el paso.

La Fabula Del Mendigo

Tal  Como Es Te La Describo  (Pareados)

Con la ropa andrajosa y pelo cano,

llamaba un infeliz y pobre anciano

a la puerta de un rico moralista

con la fama de ser muy egoísta.

- Quizá me dé dinero o de comer-

se preguntaba aquel pequeño ser.

Abrió la hermosa puerta al pordiosero

un mozo bien vestido , un escudero,

de pronto se oye el grito del patrón,

demostrando muy poca educación,-  

- ¡que péste esto parece ya un enjambre!-

- disculpad - “dijo el viejo”  muerto de hambre,

- miradme sin aliento y abatido 

dadme solo un mendrugo,no he comido.

Contestole el señor con prepotencia

y mostrando de tener poca paciencia;

- Por la vaga actitud, desvergonzado,

os encontráis ahora en mal estado, 

si os habéis olvidado del ahorro

como osáis holgazán pedir socorro, 

¡vete!, o teme que en cólera yo estalle -

y, con saña, arrojó al viejo a la calle.

Se encontró aquel anciano de repente

en los umbrales cálidos de enfrente, 

una pobre mujer "buena sin duda",

no dudó en ofrecerle pronto ayuda.

- ¿ Quien sois vos?  - preguntóle  cariñosa,

- ¡Ay señora!, ya veis, no soy gran cosa,

la vida por mis faltas  me castiga

pues no quise en verano ser hormiga,

no pensé en guardar para el invierno

y ahora este sufrir se me hace eterno -

Preguntando por qué y mirando el cielo

La dama levantó al hombre del suelo,

y dijo: - Negar pan a los hermanos

nos hace cada vez menos humanos - 

Bendita sea toda la largueza

que habita en el hogar de la pobreza.

Si meditáis la fabula con calma 

hallareis la moral dentro del alma.

El Avaro (Pareados Fábula Moral)

¿Al infierno? -el barquero preguntaba 

al difunto usurero que esperaba.

- Si -clamó secamente el pasajero-,

y va conmigo todo mi dinero.

-Me tendréis que pagar por el pasaje

y os ruego no subáis el equipaje. 

-Si os tengo que pagar, me voy a nado

la moneda además me la he tragado.

-¡Entonces olvidaros del destino,

nadie infringe la ley que dictamino!

El avaro bajó de la barquilla

y nadando se fue hasta la otra orilla.

Al llegar, los demonios lo apresaron

y directo a Plutón se lo llevaron:

-¡Cómo fuiste capaz, viejo usurero,

de negarle el dinero a mi barquero,

que Minos hoy condene tu codicia

y trate con dureza tu avaricia!

El juez, tras meditar solo un segundo, 

lo castigó a volver al otro mundo:

-¡Sufrirás por huraño la crudeza

de ver cómo se funde tu riqueza!

ser terco, como ves, no fue propicio,

vivirás como Tántalo el suplicio.