Cuando una parte de mi

(de gitano) te reclama

la otra se aleja de ti.

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Y es que es tanto el desengaño 

que no se ponen de acuerdo 

ambas partes de gitano.

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Incluso si te imagino

no puedo más que temblar 

haga calor o haga frio. 

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¡Ay! que daño me atraviesa,

pues  me paso noche y día 

maldiciendo  tu promesa.

Soy mocita ,me dijiste,

escondiendo tus mentiras 

delante de mis narices.

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Mientras otros te probaban

yo seguía haciendo el tonto

esperando la manzana

.

Y tu que ni fu, ni fa,

no le diste a este gitano

ni chicha ni limoná.

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Al final te fuiste un día

con un cura, que también

se creyó que eras mocita. 

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Extrañado y  descompuesto,

me quedé sin tus favores

por ser un gitano honesto.

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Y así termina la historia,

yo me quedé con el santo

y el cura lleno de gloria.

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Recordando el romance de Lorca