La sangre de mi señor,
al beberla juraría
que se alegra el alma mía
en mis noches de dolor.
Yo soy fiel a mi pastor,
y doy fe cuando me toca
llenar de vino mi boca.
Que me gusta es bien sabido
lo digo un millón de veces,
que beban agua los peces
que devoto yo he nacido.
Así que hago lo debido,
y bebo su sangre pura
aunque yo, no sea cura.